El Evangelio de hoy (Mt 17,10-13):
CUANDO bajaban del monte, los discípulos preguntaron a Jesús:
«¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?».
Él les contestó:
«Elías vendrá y lo renovará todo. Pero os digo que Elías ya ha venido y no lo reconocieron, sino que han hecho con él lo que han querido. Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos».
Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan el Bautista.
Textos para profundizar:
Eclesiástico 48, 1-4. 9-11b:
EN aquellos días, surgió el profeta Elías como un fuego,
sus palabras quemaban como antorcha.
Él hizo venir sobre ellos hambre,
y con su celo los diezmó.
Por la palabra del Señor cerró los cielos
y también hizo caer fuego tres veces.
¡Qué glorioso fuiste, Elías, con tus portentos!
¿Quién puede gloriarse de ser como tú?
Fuiste arrebatado en un torbellino ardiente,
en un carro de caballos de fuego;
tú fuiste designado para reprochar los tiempos futuros,
para aplacar la ira antes de que estallara,
para reconciliar a los padres con los hijos
y restablecer las tribus de Jacob.
Dichosos los que te vieron
y se durmieron en el amor.
Con plena consciencia y voluntad yo renuevo mi consagración a Ti, Dulce Madre, y Te consagro también a todos los que te traigo en mi corazón y en mis oraciones.
Y aunque no comprenda, con mis categorías humanas, las verdades divinas, yo creo, adoro, espero y Te amo.
Espero ese cielo nuevo y esa tierra nueva en la que estaremos todos reconciliados.
Jesús déjame verte y dormir en tu Amor. Me fío de Ti Jesús, me fío de Ti María y estoy a vuestra disposición.