El Evangelio de hoy (Lc 7,24-30):
CUANDO se marcharon los mensajeros de Juan, Jesús se puso a hablar a la gente acerca de Juan:
«¿Qué salisteis a contemplar en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? Pues ¿qué salisteis a ver? ¿Un hombre vestido con ropas finas? Mirad, los que se visten fastuosamente y viven entre placeres están en los palacios reales.
Entonces, ¿qué salisteis a ver? ¿Un profeta? Sí, os digo, y más que un profeta. Este es de quien está escrito:
“Yo envío me mensajero delante de ti,
el cual preparará tu camino ante ti”.
Porque os digo, entre los nacidos de mujer no hay nadie mayor que Juan. Aunque el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él».
Al oír a Juan, todo el pueblo, incluso los publicanos, recibiendo el bautismo de Juan, proclamaron que Dios es justo. Pero los fariseos y los maestros de la ley, que no habían aceptado su bautismo, frustraron el designio de Dios para con ellos.
Textos para profundizar:
Isaías 54,1-10:
1 Exulta, estéril, que no dabas a luz; | rompe a cantar, alégrate, | tú que no tenías dolores de parto: | porque la abandonada | tendrá más hijos que la casada —dice el Señor—.
2 Ensancha el espacio de tu tienda, | despliega los toldos de tu morada, | no los restrinjas, | alarga tus cuerdas, | afianza tus estacas,
3 porque te extenderás de derecha a izquierda. | Tu estirpe heredará las naciones | y poblará ciudades desiertas.
4 No temas, no tendrás que avergonzarte, | no te sientas ultrajada, | porque no deberás sonrojarte. | Olvidarás la vergüenza de tu soltería, | no recordarás la afrenta de tu viudez.
5 Quien te desposa es tu Hacedor: | su nombre es Señor todopoderoso. | Tu libertador es el Santo de Israel: | se llama «Dios de toda la tierra».
6 Como a mujer abandonada y abatida | te llama el Señor; | como a esposa de juventud, repudiada | —dice tu Dios—.
7 Por un instante te abandoné, | pero con gran cariño te reuniré.
8 En un arrebato de ira, | por un instante te escondí mi rostro, | pero con amor eterno te quiero | —dice el Señor, tu libertador—.
9 Me sucede como en los días de Noé: | juré que las aguas de Noé | no volverían a cubrir la tierra; | así juro no irritarme contra ti | ni amenazarte.
10 Aunque los montes cambiasen | y vacilaran las colinas, | no cambiaría mi amor, | ni vacilaría mi alianza de paz | —dice el Señor que te quiere—.
"Ensancha el espacio de tu tienda, no lo restrinjas"...Señor que así sea!!! Que mi corazón esté abierto a todos sin excluir a nadie, que mi vida entera esté atenta a cumplir tu voluntad, aunque no siempre coincida con mis planes...sé que los tuyos son perfectos...que mis brazos estén extendidos para llevarte hacia aquellos que no te conocen.
Madre, Reina de la Paz, ruega por nosotros y por la paz del mundo entero!!! Amén!!!
"Pero con amor eterno te quiero, dice el Señor, tu libertador".
Que sobre dosis de Amor nos das Amado mío. Tus Palabras acarician mi alma, me restauran y me invitan a permanecer en Tu Amor.
Haz de mi alma Tu morada, el oasis donde deseas descansar.
Gracias Señor, siempre gracias por tanto Amor!
Totus Tuus, Jesús.
Totus Tuus María
Creemos un oasis de silencio en nuestro corazón para escuchar atentamente al Señor, con María y como María.