El Evangelio de hoy (Lc 9,22-25):
EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día».
Entonces decía a todos:
«Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se arruina a sí mismo?».
Textos para profundizar:
Oración colecta
TE pedimos, Señor,
que inspires, sostengas y acompañes nuestras obras,
para que nuestro trabajo
comience en ti, como en su fuente,
y tienda siempre a ti, como a su fin.
Por nuestro Señor Jesucristo.
2015. El camino de la perfección pasa por la cruz. No hay santidad sin renuncia y sin combate espiritual (cf. 2 Tm 4). El progreso espiritual implica la ascesis y la mortificación que conducen gradualmente a vivir en la paz y el gozo de las bienaventuranzas:
«El que asciende no termina nunca de subir; y va paso a paso; no se alcanza nunca el final de lo que es siempre susceptible de perfección. El deseo de quien asciende no se detiene nunca en lo que ya le es conocido» (San Gregorio de Nisa, In Canticum homilia 8).
2725. La oración es un don de la gracia y una respuesta decidida por nuestra parte. Supone siempre un esfuerzo. Los grandes orantes de la Antigua Alianza antes de Cristo, así como la Madre de Dios y los santos con Él nos enseñan que la oración es un combate. ¿Contra quién? Contra nosotros mismos y contra las astucias del Tentador que hace todo lo posible por separar al hombre de la oración, de la unión con su Dios. Se ora como se vive, porque se vive como se ora. El que no quiere actuar habitualmente según el Espíritu de Cristo, tampoco podrá orar habitualmente en su Nombre. El “combate espiritual” de la vida nueva del cristiano es inseparable del combate de la oración.
Entrañables saludos para toda la familia "María con nosotros!". Les comparto esta meditación y oración y le ruego al Señor que nos de la gracia y los dones para poder cumplir esta voluntad tan hermosa que nos pide en este evangelio.
Al meditar este evangelio es como que Jesús nos dijera: el que quiera la Vida Eterna tiene que seguirme, Yo lo llevo, pero tendrá que imitarme, el amor a Dios tendrá que ser la motivación para caminar en busca del Cielo!!! el amor a nuestro Padre tiene que ser el más fuerte para que todo lo de este mundo sea de menor valor que alcanzar la santidad, entonces así podremos caminar renunciando a todo lo que son obstáculos para…
Lc 9:22-25. "Crucem suam cotidie". "Su cruz cada día".
Cargo mi cruz cada día,
muy poco... si miro a Cristo,
yo sufro por mí un poquito,
por mí mucho Él ha sufrido.
Mi cruz es como de corcho.
¿Qué pesa? ¿Un par de kilos?
Murió por todos nosotros.
¿Cuánto pesa un crucifijo?
No me hace gracia sufrir,
no estoy hecho para eso,
veo su sangre salir,
de no sufrir me arrepiento.
Voy a agarrarme a la cruz,
la abrazo fuerte y prosigo.
¿Cuánta fuerza tienes tú,
sufriendo durante siglos?
Para vencer a este mundo
combate, cruz y renuncia,
pido tu gracia, me inunda,
contigo no me rindo nunca,
La oración es un combate,
batalla contra uno mismo,
contra el tentador…
Danos Señor la gracia de llevar la cruz de cada día con Paz, Amor y Esperanza...., eso lo cambia todo.
Te contemplo en el madero y te agradezco por todo lo que haces por mi y por todos.
La Paz del Señor en este jueves después de Ceniza. Muy unidos en la oración.