Evangelio 16 noviembre 2023 (Lc 17,20-25) Padre David de Jesús. La noche oscura.
- María con nosotros
- 15 nov 2023
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El Evangelio de hoy (Lc 17,20-25):
✠
EN aquel tiempo, los fariseos preguntaron a Jesús:
«¿Cuándo va a llegar el reino de Dios?».
Él les contestó:
«El reino de Dios no viene aparatosamente, ni dirán: “Está aquí” o “Está allí”, porque, mirad, el reino de Dios está en medio de vosotros».
Dijo a sus discípulos:
«Vendrán días en que desearéis ver un solo día del Hijo del hombre, y no lo veréis.
Entonces se os dirá: “Está aquí” o “Está allí”; no vayáis ni corráis detrás, pues como el fulgor del relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre en su día.
Pero primero es necesario que padezca mucho y sea reprobado por esta generación».
Textos para profundizar:
San Juan de la Cruz. Noche oscura:
7. ¡Oh, pues, alma espiritual!, cuando vieres oscurecido tu apetito, tus aficiones secas y apretadas, e inhabilitadas tus potencias para cualquier ejercicio interior, no te penes por eso, antes lo ten a buena dicha; pues que te va Dios librando de ti misma, quitándote de las manos la hacienda; con las cuales, por bien que ellas te anduviesen, no obraras tan cabal, perfecta y seguramente, a causa de la impureza y torpeza de ellas, como ahora que, tomando Dios la mano tuya, te guía a oscuras como a ciego, a donde y por donde tú no sabes, ni jamás con tus ojos y pies, por bien que anduvieran, atinaras a caminar. (San Juan de la Cruz. Noche oscura 2,16,7).
Jesús qué gran enseñanza al saber qué en esos vasios y sequedades estás más presente ayúdame con tú gracia a reconocerte siempre.
Padre David qué dicha y alegría el poder tener la enseñanza y reflexión cada día del evangelio y poderlo saludar con mucha alegría y fé un fuerte abrazo desde México.🙏🙏💖💖
Concédeme Señor la gracia de serte siempre fiel. Que mis oídos escuchen Tu voz y tu silencio y se cierren a las seducciones de los enemigos del alma. Que en el día claro y en la noche oscura sea dócil y me deje llevar de Tu mano, pues teniéndote a Ti, aunque sufra, lo tengo todo y soy feliz.
Dulce Madre me fío de tus cuidados maternos y de tus enseñanzas.
Gracias Padre David, para mi también es una gran alegría verlo y escucharlo cada día. Sus reflexiones son el cincel con el que el Señor me está moldeando.
La Paz del Señor.