El Evangelio de hoy (Lc 19,41-44):
EN aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, lloró sobre ella, mientras decía:
«¡Si reconocieras tú también en este día lo que conduce a la paz! Pero ahora está escondido a tus ojos.
Pues vendrán días sobre ti en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco de todos lados, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el tiempo de tu visita».
Textos para profundizar:
El Corazón del Verbo Encarnado
478. Jesús, durante su vida, su agonía y su pasión nos ha conocido y amado a todos y a cada uno de nosotros y se ha entregado por cada uno de nosotros: "El Hijo de Dios me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Ga 2, 20). Nos ha amado a todos con un corazón humano. Por esta razón, el sagrado Corazón de Jesús, traspasado por nuestros pecados y para nuestra salvación (cf. Jn 19, 34), "es considerado como el principal indicador y símbolo [...] de aquel amor con que el divino Redentor ama continuamente al eterno Padre y a todos los hombres" (Pio XII, Enc.Haurietis aquas: DS, 3924; cf. ID. enc. Mystici Corporis: ibíd., 3812).
Cómo es hombre el Hijo de Dios
470. Puesto que en la unión misteriosa de la Encarnación "la naturaleza humana ha sido asumida, no absorbida" (GS 22, 2), la Iglesia ha llegado a confesar con el correr de los siglos, la plena realidad del alma humana, con sus operaciones de inteligencia y de voluntad, y del cuerpo humano de Cristo. Pero paralelamente, ha tenido que recordar en cada ocasión que la naturaleza humana de Cristo pertenece propiamente a la persona divina del Hijo de Dios que la ha asumido. Todo lo que es y hace en ella proviene de "uno de la Trinidad". El Hijo de Dios comunica, pues, a su humanidad su propio modo personal de existir en la Trinidad. Así, en su alma como en su cuerpo, Cristo expresa humanamente las costumbres divinas de la Trinidad (cf. Jn 14, 9-10).
Concilio Vaticano II. Gaudium et spes:
22. En realidad, el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado […] El que es imagen de Dios invisible (Col 1,15) es también el hombre perfecto, que ha devuelto a la descendencia de Adán la semejanza divina, deformada por el primer pecado. En él, la naturaleza humana asumida, no absorbida, ha sido elevada también en nosotros a dignidad sin igual. El Hijo de Dios con su encarnación se ha unido, en cierto modo, con todo hombre. Trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de los nuestros, semejantes en todo a nosotros, excepto en el pecado.
Gracias, Mónica y Romea ¡Qué bonito que os hagáis amigas! ❤️💕. Os queremos mucho.
Gracias por tu comentario Mónica. Cada vez seremos más los que nos dejemos traspasar el corazón por el Amor de Dios manifestado en Su Hijo Jesucristo. Unidas en oración por la conversión de las almas. Dios te bendiga, la Virgen te proteja.
https://youtu.be/4qhk-5435fY
Les invito a escuchar la meditación y oración que hoy me inspiró el Señor. les comparto el link para que lo escuchen si desean. Les abrazo en Cristo y María, unidos a ellos caminamos al Cielo. Amén.
Padre David de Jesús, desde el 11 de noviembre y sin falta les he venido encomendando. Que el Espíritu Santo obre maravillas en todos los que están viviendo los Ejercicios Espirituales.
El que Jesús ame al Padre en mi, ha sido una revelación sobrenatural. Siento un profundo gozo al imaginarme que hago parte de esa íntima relación del Padre con el Hijo y el Espíritu Santo. También siento vergüenza de alojar en mi "tugurio" al Rey de reyes. Y algo adentro me incita a abandonarme sin resistencia a la Voluntad de Dios y a esforzarme por hacer de mi alma una grata morada para el Señor. Sus enseñanzas de hoy dan para largas y profundas meditaciones. Que el Señor …