El Evangelio de hoy (Lc 11,37-41):
✠
EN aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo le rogó que fuese a comer con él.
Él entró y se puso a la mesa.
Como el fariseo se sorprendió al ver que no se lavaba las manos antes de comer, el Señor le dijo:
«Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, pero por dentro rebosáis de rapiña y maldad.
¡Necios! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro? Con todo, dad limosna de lo que hay dentro, y lo tendréis limpio todo».
Que lo de fuera rebose la belleza de lo de dentro....que lo mutable se rija por lo inmutable, que lo accesorio siga la suerte de lo principal y que aprendamos a amar a todos sin excepción. Esto sí que nos embellece, por dentro y por fuera...
Gracias Padre por su novedosa reflexión. ¡La Paz del Señor, la hermosura de la Virgen María!