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Evangelio 3 julio 2023 (Jn 20,24-29) Padre David de Jesús. Santo Tomás Apóstol.

El Evangelio de hoy (Jn 20,24-29):

TOMÁS, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:

«Hemos visto al Señor».

Pero él les contestó:

«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».

A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:

«Paz a vosotros».

Luego dijo a Tomás:

«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».

Contestó Tomás:

«¡Señor mío y Dios mío!».

Jesús le dijo:

«¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto».

Textos para profundizar:

Definición de bruto:

Del lat. brutus.

1. adj. Necio, incapaz. U. t. c. s.

2. adj. Vicioso, torpe, o excesivamente desarreglado en sus costumbres.

3. adj. Violento, rudo, carente de miramiento y civilidad.

4. adj. Dicho de una cosa: Tosca y sin pulimento.

Definición de terco:

De origen incierto

1. adj. Pertinaz, obstinado e irreductible.

2. adj. Dicho de una cosa: Bronca o más difícil de labrar de lo habitual en su clase.

Definición de pertinaz:

Del lat. pertĭnax, -ăcis.

1. adj. Obstinado, terco o muy tenaz en su dictamen o resolución.

2. adj. Propio de la persona pertinaz.

3. adj. Muy duradero o persistente. Enfermedad pertinaz.

Santa Teresa de Jesús. Libro de la vida:

1. No sin causa he ponderado tanto este tiempo de mi vida, que bien veo no dará a nadie gusto ver cosa tan ruin; que, cierto, querría me aborreciesen los que esto leyesen, de ver un alma tan pertinaz e ingrata con quien tantas mercedes le ha hecho. Y quisiera tener licencia para decir las muchas veces que en este tiempo falté a Dios.

2. Por estar arrimada a esta fuerte columna de la oración, pasé este mar tempestuoso casi veinte años, con estas caídas y con levantarme y mal -pues tornaba a caer- y en vida tan baja de perfección, que ningún caso casi hacía de pecados veniales, y los mortales, aunque los temía, no como había de ser, pues no me apartaba de los peligros. Sé decir que es una de las vidas penosas que me parece se puede imaginar; porque ni yo gozaba de Dios ni traía contento en el mundo. Cuando estaba en los contentos del mundo, en acordarme lo que debía a Dios era con pena; cuando estaba con Dios, las aficiones del mundo me desasosegaban. Ello es una guerra tan penosa, que no sé cómo un mes la pude sufrir, cuánto más tantos años. (Santa Teresa de Jesús. Libro de la vida 8,1-2).



1 comentario

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Miembro desconocido
03 jul 2023

Señor mío y Dios mío ! Tu Paciencia y Tu Amor me conmueven y ablandan mis durezas de corazón y mi obstinación. Gracias por el don de la Fe que me lleva a creer en TI, gracias por hacerte ver de tantos modos diferentes...y gracias a Santo Tomás por allanarnos el camino, porque al tocar las heridas de Jesucristo, se dejó tocar el corazón.... y así indirectamente nos invita a dejarnos tocar y transformar también.


¡Señor, dame un corazón manso, humilde, dócil...!

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