El Evangelio de hoy (Mt 23,1-12):
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EN aquel tiempo, habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo:
«En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen. Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame “rabbí”.
Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “rabbí”, porque uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos.
Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo.
No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías.
El primero entre vosotros será vuestro servidor.
El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
Sin duda alguna la Sagrada Familia de Nazaret es el mejor modelo a imitar, sin olvidar a los santos que ya están en el cielo y como dice el Papa Francisco, "los santos de la puerta de al lado", aquellas personas que estando aún en el plano temporal viven virtuosamente y encarnan el Evangelio, convirtiéndose en referentes muy valiosos para nuestra vida espiritual.
Doy infinitas gracias a Dios por las personas buenas que me ha permitido conocer y que me ayudan y animan a recorrer el caminito a la santidad. Doy gracias por Usted Padre David y por el Padre Alfredo que han asumido este encargo de guiarnos y ayudarnos a formar a imitación de Jesús, María y José.
Que…