El Evangelio de hoy (Jn 5,17-30):
✠
EN aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos:
«Mi Padre sigue actuando, y yo también actúo».
Por eso los judíos tenían más ganas de matarlo: porque no solo quebrantaba el sábado, sino también llamaba a Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios.
Jesús tomó la palabra y les dijo:
«En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta sino lo que viere hacer al Padre. Lo que hace este, eso mismo hace también el Hijo, pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que él hace, y le mostrará obras mayores que esta, para vuestro asombro.
Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere.
Porque el Padre no juzga a nadie, sino que ha confiado al Hijo todo el juicio, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió.
En verdad, en verdad os digo: quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado ya de la muerte a la vida.
En verdad, en verdad os digo: llega la hora, y ya está aquí, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que hayan oído vivirán.
Porque, igual que el Padre tiene vida en sí mismo, así ha dado también al Hijo tener vida en sí mismo. Y le ha dado potestad de juzgar, porque es el Hijo del hombre.
No os sorprenda esto, porque viene la hora en que los que están en el sepulcro oirán su voz: los que hayan hecho el bien saldrán a una resurrección de vida; los que hayan hecho el mal, a una resurrección de juicio.
Yo no puedo hacer nada por mí mismo; según le oigo, juzgo, y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió».
Textos para profundizar:
San Juan de la Cruz. Dichos de luz y amor:
161. Para mortificar las cuatro pasiones naturales, que son: gozo, tristeza, temor y esperanza, aprovecha lo siguiente: Procurar siempre inclinarse no a lo más fácil, sino a lo más dificultoso. No a lo más sabroso, sino a lo más desabrido; no a lo más gustoso, sino a lo que no da gusto. No inclinarse a lo que es descanso, sino a lo más trabajoso. No a lo que es consuelo, sino a lo que no es consuelo; no a lo más, sino a lo menos. No a lo más alto y precioso, sino a lo más bajo y despreciado. No a lo que es querer algo, sino a lo que no es querer nada. No andar buscando lo mejor de las cosas, sino lo peor, y traer desnudez y vacío y pobreza por Jesucristo de cuanto hay en el mundo. (San Juan de la Cruz. Dichos de luz y amor 161).
Oh Dios, Tu te entregas al mundo sin cesar, y yo sin cesar Te quiero recibir....Pero las pasiones humanas me rondan y tantas veces me dominan, por eso nombro a mi Madre María mi "entrenadora personal", para que me enseñe y ayude a inclinarme y a elegir, cuando y como corresponda, todo lo que me haga libre de amar a Dios como alma esposa, en total abandono, para dejarme llevar muy adentro del amantísimo Corazón traspasado de Jesús. Quiero recibir todas sus saetas de amor, que ninguna caiga en el vacío de la indiferencia. Sé que la Madre me asiste diligente porque quiere triunfar en mi pequeño corazón.
Gracias Padre David por todo lo que a diario nos comparte y…
Jn 5:17-30. "Ut vos miremini". "Para que os admiréis".
Quebranta el sábado,
se iguala a Dios,
Cristo va a saco.
¿Y por qué no?
Para mi asombro
vivo en Jesús,
la vida a fondo,
en plenitud.
Aprovechando
su juventud
que es siempre eterna,
lo hace Jesús.
A disfrutarla,
sácale el jugo,
a por más almas,
coge su yugo.
Con yugo en Cristo
me vuelvo bueno,
yo con el Hijo
no tengo freno.
Te va a enseñar
y tendrás vida
en abundancia,
nada aburrida.
Métete dentro,
en su corazón,
a ver qué pasa,..
¿qué hará el Señor?
El que ama actúa,
nunca está quieto,
transforma el mundo
con Jesús dentro.
Jesús es Dios,
ya está en mi alma
y me salvó,