El Evangelio de hoy (Mc 3,22-30):
✠
EN aquel tiempo, los escribas que habían bajado de Jerusalén decían:
«Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios».
Él los invitó a acercarse y les hablaba en parábolas:
«¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino dividido internamente no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa.
En verdad os digo, todo se les podrá perdonar a los hombres:
los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre».
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.
Textos para profundizar:
1864. “Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no será perdonada” (Mc 3, 29; cf. Mt 12, 32; Lc 12, 10). No hay límites a la misericordia de Dios, pero quien se niega deliberadamente a acoger la misericordia de Dios mediante el arrepentimiento rechaza el perdón de sus pecados y la salvación ofrecida por el Espíritu Santo (cf. DeV 46). Semejante endurecimiento puede conducir a la condenación final y a la perdición eterna.
Jesús, Señor de señores y Soberano eterno, mi Dios y mi Salvador! te suplico por todas las almas que cierran su corazón a la fe en Ti. Me preocupan mucho Jesús mío, tantos aturdidos y confundidos por falsas creencias y filosofías erróneas, tan lejos de Ti Señor! Cuantos ciegos y sordos a tu voz, Jesús. Te pido por todos Señor, por ellos y por los que también estamos a tu lado para que nada ni nadie nos aleje de Ti Jesús de mi corazón. LLévanos a tu lado, atráenos a tu presencia. Eso es lo más grande que te pido y diría que es lo más importante que podamos pedirte, nada vale más que Tu Jesús!!! Tu eres lo más…
Mc 3:22-30. "In parabolis". "En parábolas".
Porque tiene dentro un diablo
dicen que demonios echa,
echa al Espíritu Santo
quien a la gracia se cierra.
Sin perdón esta blasfemia,
no porque Cristo no pueda,
sino porque perseveran
en mantener su dureza.
A Jesús mucho le duele
que cualquier alma se pierda
y en parábolas reprende
para que su error comprendan.
Esta magnanimidad
de corregir al que yerra
es acto de caridad
si con humildad enseñas.
Ten grande tu corazón,
que en ti la abundancia crezca,
puedes pedirle al Señor
que esta gracia te conceda.
Quiero crecer en amor,
quiero que María esté cerca
y aliviarle su dolor
cuando un alma se convierta.
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¡Que no se nos olvide la bondad de la Santísima Trinidad!
Dame Señor un corazón bueno, clemente y misericordioso, grandeza de alma y desasimiento generoso, para acercarme así a Tu Santísima Madre, pues donde está Ella, ahí también estás Tú.
El único perdón que Dios no otorga, es el que no se le pide. Dame pues un corazón contrito y humillado, que velando como un centinela perciba mis pecados y arrepentida y con dolor de haberte ofendido, reciba la absolución tan esperada.
Oh Dios, confío en Tu magnanimidad.
Nuestro amado Jesús es verdaderamente misericordioso, bondadoso. Quiero imitarle aunque sea un poco con la ayuda de MARIA.