top of page

Evangelio 28 enero 2024 (Mc 1,21b-28) Padre David de Jesús. Domingo 4º Tiempo Ordinario.

El Evangelio de hoy (Mc 1,21b-28):

EN la ciudad de Cafarnaún, el sábado entró Jesús en la sinagoga a enseñar; estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los escribas.

Había precisamente en su sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo y se puso a gritar:

«¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios».

Jesús lo increpó:

«¡Cállate y sal de él!».

El espíritu inmundo lo retorció violentamente y, dando un grito muy fuerte, salió de él. Todos se preguntaron estupefactos:

«¿Qué es esto? Una enseñanza nueva expuesta con autoridad. Incluso manda a los espíritus inmundos y lo obedecen».

Su fama se extendió enseguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

Textos para profundizar:

Primera Lectura  Dt 18,15-20 

MOISÉS habló al pueblo diciendo:

«El Señor, tu Dios, te suscitará de entre los tuyos, de entre tus hermanos, un profeta como yo. A él lo escucharéis. Es lo que pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb el día de la asamblea: “No quiero volver a escuchar la voz del Señor mi Dios, ni quiero ver más ese gran fuego, para no morir”.

El Señor me respondió: “Está bien lo que han dicho. Suscitaré un profeta de entre sus hermanos, como tú. Pondré mis palabras en su boca, y les dirá todo lo que yo le mande. Yo mismo pediré cuentas a quien no escuche las palabras que pronuncie en mi nombre. Y el profeta que tenga la arrogancia de decir en mi nombre lo que yo no le haya mandado, o hable en nombre de dioses extranjeros, ese profeta morirá”».

Oración colecta

SEÑOR, Dios nuestro,

concédenos adorarte con toda el alma

y amar a todos los hombres con afecto espiritual.

Por nuestro Señor Jesucristo.

Oración después de la comunión

ALIMENTADOS por estos dones

de nuestra redención,

te suplicamos, Señor,

que, con este auxilio de salvación eterna,

crezca continuamente la fe verdadera.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

San Juan de la Cruz. Subida del Monte Carmelo:

Para venir a gustarlo todo, no quieras tener gusto en nada.

Para venir a poseerlo todo, no quieras poseer algo en nada.

Para venir a serlo todo, no quieras ser algo en nada.

Para venir a saberlo todo, no quieras saber algo en nada.

Para venir a lo que no gustas, has de ir por donde no gustas.

Para venir a lo que no sabes, has de ir por donde no sabes.

Para venir a lo que no posees, has de ir por donde no posees.

Para venir a lo que no eres, has de ir por donde no eres.

MODO PARA NO IMPEDIR AL TODO

12. Cuando reparas en algo,

dejas de arrojarte al todo.

Porque para venir del todo al todo

has de negarte del todo en todo.

Y cuando lo vengas del todo a tener,

has de tenerlo sin nada querer.

Porque, si quieres tener algo en todo,

no tienes puro en Dios tu tesoro.

13. En esta desnudez halla el espiritual su quietud y descanso,

porque, no codiciando nada, nada le fatiga hacha arriba y nada le

oprime hacia abajo, porque está en el centro de su humildad.

Porque, cuando algo codicia, en eso mismo se fatiga.

(San Juan de la Cruz. Subida del Monte Carmelo 1,13,11-13).



4 comentarios

Suscríbete a nuestro boletín
Recibe nuestro boletín en tu correo electrónico

Recibirás un email para confirmar tu suscripción

bottom of page