El Evangelio de hoy (Lc 5,17-26):
UN día, estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor estaba con él para realizar curaciones.
En esto, llegaron unos hombres que traían en una camilla a un hombre paralítico y trataban de introducirlo y colocarlo delante de él. No encontrando por donde introducirlo a causa del gentío, subieron a la azotea, lo descolgaron con la camilla a través de las tejas, y lo pusieron en medio, delante de Jesús. Él, viendo la fe de ellos, dijo:
«Hombre, tus pecados están perdonados».
Entonces se pusieron a pensar los escribas y los fariseos:
«¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?».
Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, respondió y les dijo:
«¿Qué estáis pensando en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: “Tus pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate y echa a andar”? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados —dijo al paralítico—: “A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa”».
Y, al punto, levantándose a la vista de ellos, tomó la camilla donde había estado tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios.
El asombro se apoderó de todos y daban gloria a Dios. Y, llenos de temor, decían:
«Hoy hemos visto maravillas».
Muchas gracias padre David. Al hilo de sus palabras quiero compartir un hecho extraordinario ocurrido en mi proceso de conversión al Señor, pues yo llevaba 40 años siendo atea y negando a Dios. Leí esto de la madre Teresa: "el fruto de la oración es la fe", y en un impulso me fui a comprar un rosario, sin saber rezarlo. Lo aprendí por YouTube y la oración me impulsó a entrar en una iglesia, algo inaudito para mí. Me llevó a misas que no comprendí. Pero yo instintivamente oraba, sin rumbo y sin razón. Solo por hacerlo. Esto me llevó un día delante del Sagrario, sin yo saber qué era esa cajita plateada, y Jesús me llamó ardientemente. Entré ate…
que hermosa la palabra Dios que amor nos habla y hermosa refleccion ❤️
¡Un gran saludo lleno de afecto, querida familia!
Los modos del Señor son perfectos y oportunos. Y una vez le dices "sí", aunque sea tímidamente, ÉL te toma de la mano y camina contigo viviendo cada vez más de cerca la intimidad a través de la oración, de la contemplación y de la vida sacramental.
María, Reina de La Paz y Señora del Adviento, enséñame y ayúdame a orar con el corazón, para seguir viendo maravillas cada día.
Gracias Padre David de Jesús por ratificar nos que la oración produce la fe, la hace crecer, nos purifica de los pecados, nos levanta, nos da la gracia para seguir caminando con esperanza.
¡Sigo viendo maravillas!
La Paz del Señor.