Evangelio de hoy 17 noviembre 2024. Padre David de Jesús. Domingo 33 Tiempo Ordinario (Mc 13,24-32)
- María con nosotros
- 16 nov 2024
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Actualizado: 17 nov 2024
El Evangelio de hoy (Mc 13,24-32):
✠
EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«En aquellos días, después de la gran angustia, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán.
Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y gloria; enviará a los ángeles y reunirá a sus elegidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.
Aprended de esta parábola de la higuera: cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis vosotros que esto sucede, sabed que él está cerca, a la puerta. En verdad os digo que no pasará esta generación sin que todo suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. En cuanto al día y la hora, nadie lo conoce, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, solo el Padre».
Textos para profundizar:
Primera Lectura Dan 12,1-3
POR aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que se ocupa de los hijos de tu pueblo; serán tiempos difíciles como no los ha habido desde que hubo naciones hasta ahora. Entonces se salvará tu pueblo: todos los que se encuentran inscritos en el libro.
Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra despertarán: unos para vida eterna, otros para vergüenza e ignominia perpetua.
Los sabios brillarán como el fulgor del firmamento, y los que enseñaron a muchos la justicia, como las estrellas, por toda la eternidad.
2 Pedro 3,10-15:
10 Pero el Día del Señor llegará como un ladrón. Entonces los cielos desaparecerán estrepitosamente, los elementos se disolverán abrasados y la tierra con cuantas obras hay en ella quedará al descubierto. 11 Puesto que todas estas cosas van a disolverse de este modo, ¡qué santa y piadosa debe ser vuestra conducta, 12 mientras esperáis y apresuráis la llegada del Día de Dios! Ese día los cielos se disolverán incendiados y los elementos se derretirán abrasados. 13 Pero nosotros, según su promesa, esperamos unos cielos nuevos y una tierra nueva en los que habite la justicia. 14 Por eso, queridos míos, mientras esperáis estos acontecimientos, procurad que Dios os encuentre en paz con él, intachables e irreprochables, 15 y considerad que la paciencia de nuestro Señor es nuestra salvación.
Nuevo Testamento del Padre Manuel Iglesias:
Nota a Marcos 13,32: Al contrario de las corrientes apocalípticas contemporáneas, Jesús siempre se negó a dar la fecha de su segunda venida. Aquí afirma que la desconoce; puede ser un recurso pedagógico para dejar en relieve una prerrogativa divina: sus oyentes sabían, y lo repetía la literatura apocalíptica, que sólo Dios conocía el momento final (cfr., en 10,18, otro ejemplo en el que Jesús, con una frase negativa sobre sí mismo, pone en relieve una prerrogativa divina). Como Dios que era, Jesús sabía el momento de la consumación de la historia; en cuanto hombre, podía saberlo, pero sin tener la misión de revelarlo (algo así como un «secreto profesional»), o podía no saberlo, lo mismo que ignoraba, por su verdadera limitación de criatura humana, otras cosas que no eran necesarias para llevar a cabo su misión. San Efrén formula así la explicación clásica de este texto: Jesús «ocultó ese dato para que estemos vigilantes y cada uno de nosotros piense que ese acontecimiento sucederá durante su vida».
677. La Iglesia sólo entrará en la gloria del Reino a través de esta última Pascua en la que seguirá a su Señor en su muerte y su Resurrección (cf. Ap 19, 1-9). El Reino no se realizará, por tanto, mediante un triunfo histórico de la Iglesia (cf. Ap 13, 8) en forma de un proceso creciente, sino por una victoria de Dios sobre el último desencadenamiento del mal (cf. Ap 20, 7-10) que hará descender desde el cielo a su Esposa (cf. Ap 21, 2-4). El triunfo de Dios sobre la rebelión del mal tomará la forma de Juicio final (cf. Ap 20, 12) después de la última sacudida cósmica de este mundo que pasa (cf. 2 P 3, 12-13).
En cada Misa decimos confiados "anunciamos Tu muerte, proclamamos Tu resurrección, ven Señor Jesús ".
Eso pedimos y eso esperamos, que el Señor venga, pues ÉL nos trae la liberación y para ello hemos de estar preparados .
Además el vivir a la espera de ese gran momento con santa y piadosa conducta nos permite empezar a vivir el cielo en la tierra con paz en el corazón.
El Señor nos mandó "id y evangelizad". Que ÉL nos dé la gracia de anunciarlo con fidelidad, con la vida diaria, sin aspavientos, con mucho amor, para que nuestro testimonio y nuestro anuncio de la verdad suscite en nuestros hermanos el deseo de conocerlo, de amarlo y de esperarlo vigilantes.
Nos albergamos…
https://evangeliomeditadoenverso.blogspot.com/2024/11/mc-1324-32-post-tribulationem-tras-la.html
Bendito Dios por haber descubierto esta página que con la gracia de Dios me permita y nos permita aumentar el Amor ❤️ a Dios Trino, María Santísima, San José y a nuestros hermanos.