El Evangelio de hoy (Jn 2,1-11):
✠
EN aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.
Faltó el vino, y la madre de Jesús le dice:
«No tienen vino».
Jesús le dice:
«Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora».
Su madre dice a los sirvientes:
«Haced lo que él os diga».
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una.
Jesús les dice:
«Llenad las tinajas de agua».
Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les dice:
«Sacad ahora y llevadlo al mayordomo».
Ellos se lo llevaron.
El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llama al esposo y le dice:
«Todo el mundo pone primero el vino bueno y, cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora».
Este fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.
Que hermoso. Yo, católica tibia, dudaba de María. Hoy su interpretación me conmovió mucho.
Eso de que sin Dios perdemos la vida y el amor también calo profundo en mi corazón. Entendí su intercesión. Muchas Gracias. Y como puedo pedirle a María que me perdone.
Gracias Padre David, la paz del Señor.
❤️❤️❤️🙏
Gracias padre David por el evangelio de mañana, como siempre mucha claridad y profundidad en la explicación lo cual para mí es de gran ayuda en mi crecimiento espiritual; me da mucha alegría saber que está contento y que va muy bien con su retiro de oración, le mando un fuerte abrazo y muchas bendiciones del cielo
Padre David, que alegría verlo y saber que está muy feliz en su mes de retiro.
Gracias por esta manera tan especial de ayudarnos a profundizar en el Evangelio de las Bodas de Caná, resaltando el papel tan importante de la Bienaventurada Virgen María en la historia de nuestra redención.
Que María, la omnipotencia suplicante, interceda por nosotros para que nos ayude a tener generosos tiempos de oración y así el Señor nos vaya sensibilizando para que podamos desentrañar lo que ÉL nos quiere decir a través de Su Palabra. Que nunca se nos agote el vino del amor.
Feliz y Santo domingo. La Paz del Señor.