Evangelio de hoy 25 octubre 2024. Padre David de Jesús. Los signos de los tiempos (Lc 12,54-59)
- María con nosotros
- 25 oct 2024
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El Evangelio de hoy (Lc 12,54-59):
✠
EN aquel tiempo, decía Jesús a la gente:
«Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: “Va a caer un aguacero”, y así sucede. Cuando sopla el sur decís: “Va a hacer bochorno”, y sucede.
Hipócritas: sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, pues ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que es justo?
Por ello, mientras vas con tu adversario al magistrado, haz lo posible en el camino por llegar a un acuerdo con él, no sea que te lleve a la fuerza ante el juez y el juez te entregue al guardia y el guardia te meta en la cárcel.
Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues la última monedilla».
Textos para profundizar:
Concilio Vaticano II. Gaudium et spes:
4. Para cumplir esta tarea, corresponde a la Iglesia el deber permanente de escrutar los signos de los tiempos e interpretarlos a la luz del Evangelio, de forma que, de manera acomodada a cada generación, pueda responder a los perennes interrogantes de los hombres sobre el sentido de la vida presente y futura y sobre la relación mutua entre ambas. Es necesario, por tanto, conocer y comprender el mundo en el que vivimos, sus expectativas, sus aspiraciones y su índole muchas veces dramática. Pues bien, se pueden esbozar del modo siguiente algunos rasgos más importantes del mundo actual. (Concilio Vaticano II. Gaudium et spes 4).
2519. A los “limpios de corazón” se les promete que verán a Dios cara a cara y que serán semejantes a Él (cf. 1 Co 13, 12, 1 Jn 3, 2). La pureza de corazón es el preámbulo de la visión. Ya desde ahora esta pureza nos concede ver según Dios, recibir al otro como un “prójimo”; nos permite considerar el cuerpo humano, el nuestro y el del prójimo, como un templo del Espíritu Santo, una manifestación de la belleza divina.
https://evangeliomeditadoenverso.blogspot.com/2024/10/lc-1254-59-quomodo-non-probatis-como-no.html
Señor dame un corazón puro. Gracias por todo el Amor que de Tí recibo a través de las personas que has elegido para que me ayuden a cuidar mi alma que quiere ser toda tuya.
Un saludo especial para el Padre Alfredo de la Cruz y de María, para el Padre David de Jesús y para el Hermno Antonio María de la Sangre de Cristo.
Gracias por todas sus enseñanzas, consejos y oraciones. Sigo disfrutando al máximo el Curso de Oración y espero con gozo el Curso del Catecismo que impartirá el Padre Alfredo, enhorabuena por tantos regalos del cielo que recibimos a través de Ustedes.
La Paz del Señor
Siento a Jesús que me abraza el alma y quiero yo poder abrazarlo también, me desespera este abismo, correría a sus brazos, oh! Señor! Aquí estoy! ¿me ves? Que misterio este! de sentirte tan cerca! Tu tan poderoso y yo tu simple y pequeña que se desespera por estar contigo, ya no más así, sino toda en Tí, Señor mío. Amén.