Evangelio de hoy Domingo 7 septiembre 2025. ¿Cuándo una guerra es justa? (Lc 14,25-33)
- María con nosotros
- 6 sept
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El Evangelio de hoy (Lc 14,25-33):
✠
EN aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo:
«Si alguno viene a mí y no pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío.
Quien no carga con su cruz y viene en pos de mí, no puede ser discípulo mío.
Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo:
“Este hombre empezó a construir y no pudo acabar”.
¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que lo ataca con veinte mil?
Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz.
Así pues, todo aquel de entre vosotros que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío».
Textos para profundizar:
2309. Se han de considerar con rigor las condiciones estrictas de una legítima defensa mediante la fuerza militar. La gravedad de semejante decisión somete a esta a condiciones rigurosas de legitimidad moral. Es preciso a la vez:
– Que el daño causado por el agresor a la nación o a la comunidad de las naciones sea duradero, grave y cierto.
– Que todos los demás medios para poner fin a la agresión hayan resultado impracticables o ineficaces.
– Que se reúnan las condiciones serias de éxito.
– Que el empleo de las armas no entrañe males y desórdenes más graves que el mal que se pretende eliminar. El poder de los medios modernos de destrucción obliga a una prudencia extrema en la apreciación de esta condición.
Estos son los elementos tradicionales enumerados en la doctrina llamada de la “guerra justa”.
La apreciación de estas condiciones de legitimidad moral pertenece al juicio prudente de quienes están a cargo del bien común.
San Juan de la Cruz. Subida del Monte Carmelo:
2. Viniendo, pues, al propósito, digo que por bienes espirituales entiendo todos aquellos que mueven y ayudan para las cosas divinas y el trato del alma con Dios, y las comunicaciones de Dios con el alma. (San Juan de la Cruz. Subida del Monte Carmelo 3,33,2).
Santa Teresa de Jesús. Libro de la vida:
3. Mas esta postrera vez de esta imagen que digo, me parece me aprovechó más, porque estaba ya muy desconfiada de mí y ponía toda mi confianza en Dios. Paréceme le dije entonces que no me había de levantar de allí hasta que hiciese lo que le suplicaba. Creo cierto me aprovechó, porque fui mejorando mucho desde entonces. (Santa Teresa de Jesús. Libro de la vida 9,3).
Oración colecta
OH, Dios, por ti nos ha venido la redención
y se nos ofrece la adopción filial;
mira con bondad a los hijos de tu amor,
para que cuantos creemos en Cristo
alcancemos la libertad verdadera y la herencia eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Antífona de comunión Sal 41,2-3
Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío; mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo.




Con la guerra se pierde mucho y se gana muy poco. Es el peor negocio.
Señor te ruego desarmes los corazones de todos y los inundes con Tu Paz y Tu Amor.
Danos también la perseverancia final y con Tus fuerzas alcánzanos el don de la santidad.
Gracias Padre David por estar al otro lado de la pantalla trayéndonos tantas riquezas cada día. Dios lo bendiga, también al Padre Alfredo. Feliz domingo. La Paz del Señor