Evangelio de hoy lunes 1 diciembre 2025. Ven, Señor, que nosotros vamos (Mt 8,5-11)
- María con nosotros
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El Evangelio de hoy (Mt 8,5-11):
✠
EN aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole:
«Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho».
Le contestó:
«Voy yo a curarlo».
Pero el centurión le replicó:
«Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace».
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían:
«En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos».
Textos para profundizar:
Oración colecta
CONCÉDENOS, Señor Dios nuestro,
esperar vigilantes la venida de Cristo, tu Hijo,
para que, cuando llegue y llame a la puerta,
nos encuentre velando en oración
y cantando con alegría sus alabanzas.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Salmo responsorial (forma larga) Sal 121,1-9 (R/.: cf.1)
R/. Vamos alegres a la casa del Señor.
V/. ¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R/.
V/. Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor. R/.
V/. Según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R/.
V/. Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios». R/.
V/. Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo».
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien. R/.
Aleluya Cf. Sal 79,4
R/. Aleluya, aleluya, aleluya.
V/. Ven a librarnos, Señor, Dios nuestro;
que brille tu rostro y nos salve. R/.
Antífona de comunión Cf. Sal 106,4-5; Is 38,3
Ven, Señor, a visitarnos con tu paz para que nos alegremos delante de ti con un corazón íntegro.

