Evangelio de hoy martes 15 julio 2025. Cómo quererte a ti mismo (Mt 11,20-24)
- María con nosotros
- 14 jul
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El Evangelio de hoy (Mt 11,20-24):
✠
EN aquel tiempo, se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había hecho la mayor parte de sus milagros, porque no se habían convertido:
«¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, cubiertas de sayal y ceniza.
Pues os digo que el día del juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras.
Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo. Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que en ti, habría durado hasta hoy.
Pues os digo que el día del juicio le será más llevadero a Sodoma que a ti».




Poco a poco, me fui dejando llevar por la Voz del Espíritu Santo, al estarlo escuchando.
Ha sido de gran bendición todo lo que me ha dicho a través de usted.
Quedé sorprendida, al darme cuenta de que Él me hablaba directamente, porque muy frecuentemente, caía en dasanimo, al ver mi falta de amor, cuando he tenido la oportunidad de servir.
Me hundía al recordarlo.
Pero hoy, con su mensaje, la Luz de mi amado Jesús, ha iluminado todo mi ser.
Estaba "muerta", y Él me ha resucitado, para qué, de hoy en adelante, mi forma de pensar y actuar, sea diferente.
Gracias padre David, por ser ese instrumento que utiliza el Espíritu Santo, para llevarnos a nuestro Padre Dios…
Querido Padre David... hoy con su hermoso mensaje me ha hecho llorar nuevamente. Y es que Dios a través suyo me ha dicho que a pesar de mi miseria, de mi pecado, me ama y perdona. Tengo que recordar constantemente cómo me mira Dios, con amor y misericordia. Gracias por sus homilias que me ayudan tanto en mi vida de lucha por ser agradable a Dios.
No encuentro la oración al Santísimo Sacramento
Al escucha al Padre Alfredo y al Padre David hablar del Padre Luis María Mendizabal, también yo le he tomado mucho cariño. Doy gracias a Dios por su vida y testimonio en el centenario de su nacimiento.
Al principio de la explicación del Evangelio de hoy sólo pude pensar: "si esto dijo el Padre Mendizabal y nos lo dice hoy el Padre David, qué será de mí, pobre pecadora".
Me reconforta el saber que el Señor me ama incondicionalmente, muy a pesar de mis miserias y que mi debilidad acrecienta Su Amor por mi. De esta certeza surge el deseo de ser mejor cada día, de acudir Dios y pedir su gracia para que me ayude en mi intento diario…