Evangelio de hoy miércoles 31 diciembre 2025. 3 consejos para terminar bien el año (Jn 1,1-18)
- María con nosotros
- hace 14 horas
- 2 Min. de lectura
El Evangelio de hoy (Jn 1,1-18):
✠
EN el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios.
Él estaba en el principio junto a Dios.
Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan:
éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.
No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.
El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo.
En el mundo estaba;
el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció.
Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron.
Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre.
Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne,
ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios.
Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Este es de quien dije: el que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo».
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia.
Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos ha llegado por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.
---
AQUÍ PUEDES ENCONTRAR LA ORACIÓN DE LA MAÑANA CON EL PADRE ALFREDO:
Pulsa el siguiente enlace:
Textos para profundizar:
Oración colecta
DIOS todopoderoso y eterno,
que has establecido el principio y la perfección de toda religión
en el nacimiento de tu Hijo,
te suplicamos nos concedas estar unidos a aquel
en quien se sustenta la plenitud de la salvación humana.
Por nuestro Señor Jesucristo.




Señor te doy gracias porque Tú me sondeas y me conoces, por eso me trajiste a formar parte de ésta, mi familia espiritual María con nosotros. Han sido cinco años de aprendizaje, de crecimiento espiritual, pero sobre todo de ir descubriendo Tu Amor infinito y misericordioso a través de Tu Palabra compartida y explicada delicadamente por el Padre Alfredo y el Padre David, Tus queridos Discípulos a quienes agradezco de todo corazón tantas y tan generosas bondades que tienen para con nosotros.
Te pido perdón por las veces en que no he confiado plenamente en Ti y por querer recuperar el control cada vez que te lo doy. Perdóname también por mi falta de "determinada determinación" en algunos aspectos que…