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Evangelio de hoy Sábado 6 septiembre 2025. La ley del Sábado (Lc 6,1-5)

El Evangelio de hoy (Lc 6,1-5):

UN sábado, iba Jesús caminando por medio de un sembrado y sus discípulos arrancaban y comían espigas, frotándolas con las manos.

Unos fariseos dijeron:

«¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?».

Respondiendo Jesús, les dijo:

«¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus compañeros sintieron hambre? Entró en la casa de Dios, y tomando los panes de la proposición, que sólo está permitido comer a los sacerdotes, comió él y dio a los que estaban con él».

Y les decía:

«El Hijo del hombre es señor del sábado».

Textos para profundizar:

Primera Lectura   Col 1,21-23

HERMANOS:

Vosotros, en otro tiempo, estabais también alejados y erais enemigos por vuestros pensamientos y malas acciones; ahora, en cambio, por la muerte que Cristo sufrió en su cuerpo de carne, habéis sido reconciliados para ser admitidos a su presencia santos, sin mancha y sin reproche, a condición de que permanezcáis cimentados y estables en la fe, e inamovibles en la esperanza del Evangelio que habéis escuchado: el mismo que se proclama en la creación entera bajo el cielo, del que yo, Pablo, he llegado a ser servidor.

2173. El Evangelio relata numerosos incidentes en que Jesús fue acusado de quebrantar la ley del sábado. Pero Jesús nunca falta a la santidad de este día (cf. Mc 1, 21; Jn 9, 16), sino que con autoridad da la interpretación auténtica de esta ley: “El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado” (Mc 2, 27). Con compasión, Cristo proclama que “es lícito en sábado hacer el bien en vez del mal, salvar una vida en vez de destruirla” (Mc 3, 4). El sábado es el día del Señor de las misericordias y del honor de Dios (cf. Mt 12, 5; Jn 7, 23). “El Hijo del hombre es Señor del sábado” (Mc 2, 28).

1 comentario


Romea Serani
Romea Serani
hace 3 días

"El Amor está por encima" y las personas están por encima de las cosas. Que importante es formarnos para tener criterio a la hora de tomar decisiones y pedir al Espíritu Santo la gracia del discernimiento.

Madre mía, haz que la verdad, de que mi Dios murió por mí, cale hasta lo más profundo de mi corazón.

En este primer sábado del mes renuevo mi consagración a Ti y reparo Tu traspasado y amoroso Corazón.

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