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Gracias Madre y Señora nuestra, te le apareciste en carne mortal al Apóstol Santiago para animarlo en la labor evangelizadora que atravesó con valentía las fronteras para hacernos hijos en el Hijo por el Bautismo. Tú, Arca de la Nueva Alianza y Jesús Eucaristía son los pilares que sostienen la iglesia, nos sostienen a todos y nos renuevan con su Amor de Cielo. Me arrodillo ante Ti y ante Tu Hijo y les agradezco por mí y por todos sus hijos.

Jesús amado, Tu ves los corazones de los hombres, conoces nuestras heridas y pecados, pero también conoces la urgente necesidad que tenemos de Ti. Por intercesión de la Inmaculada Te ruego nos envíes a todos Tu Santo Espíritu, hay…

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