Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
te adoro profundamente
y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre,
Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los Sagrarios del mundo,
en reparación de los ultrajes
con los que Él mismo es ofendido.
Y por los méritos infinitos de su Sagrado Corazón
y del Inmaculado Corazón de María,
te pido la conversión de los pobres pecadores.
Dios mío yo creo, adoro, espero y Te amo, y te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no Te aman.