El Evangelio de hoy 3 marzo 2024 (Jn 2,13-25) Padre David de Jesús. Domingo 3º Cuaresma.
- María con nosotros
- 2 mar 2024
- 2 Min. de lectura
El Evangelio de hoy (Jn 2,13-25):
✠
SE acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo:
«Quitad esto de aquí: no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre».
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora».
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron:
«Qué signos nos muestras para obrar así?».
Jesús contestó:
«Destruid este templo, y en tres días lo levantaré».
Los judíos replicaron:
«Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?».
Pero él hablaba del templo de su cuerpo.
Y cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y creyeron a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.
Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba a ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.
Textos para profundizar:
Oración colecta
OH, Dios, autor de toda misericordia y bondad,
que aceptas el ayuno, la oración y la limosna
como remedio de nuestros pecados,
mira con amor el reconocimiento de nuestra pequeñez
y levanta con tu misericordia
a los que nos sentimos abatidos por nuestra conciencia.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Antífona de comunión Sal 85, 4-5
Hasta el gorrión ha encontrado una casa; la golondrina, un nido donde colocar sus polluelos: tus altares, Señor del universo, Rey mío y Dios mío. Dichosos los que viven en tu casa, alabándote siempre.
Definición de celo:
1. m. Cuidado, diligencia, esmero que alguien pone al hacer algo.
2. m. Interés extremado y activo que alguien siente por una causa o por una persona.
Ruego confiadamente a la dulce Madre me ayude a cuidar con celo mi jardín interior, para que en él la Trinidad encuentre sus complacencias. Me compromete mucho el saber que, si mi cuerpo es templo del espíritu Santo, mi alma es el tálamo donde el Señor me espera.
En estos días aprendí con el ejemplo que hay que ir despacio, que al Señor no le gustan las prisas y que todo decantado, especialmente la vida interior, tiene un mejor gusto...
Soy una aprendiz que carece de mucho, pero el Señor me ha mirado con misericordia y ha puesto en mí el deseo de conocerle, de servirle, de amarle aquí y en la eternidad y estos consejos de hoy me han…