El Evangelio de hoy (Lc 9,51-56):
✠
CUANDO se completaron los días en que iba a ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros delante de él.
Puestos en camino, entraron en una aldea de samaritanos para hacer los preparativos. Pero no lo recibieron, porque su aspecto era el de uno que caminaba hacia Jerusalén.
Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le dijeron:
«Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo que acabe con ellos?».
Él se volvió y los regañó. Y se encaminaron hacia otra aldea.
Espíritu Santo, inspira Tu todas mis decisiones, para que mi vida se configure amorosamente con la Voluntad de Dios.
Gracias Padre David por sus aclaraciones sobre el camino de Dios, de la libertad y del amor y la solidez de lo que se construye libre y amorosamente.
La Paz del Señor.