El Evangelio de hoy (Mc 1,29-39):
✠
EN aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés.
La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, e inmediatamente le hablaron de ella. Él se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles.
Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.
Se levantó de madrugada, cuando todavía era muy oscuro, se marchó a un lugar solitario y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron en su busca y, al encontrarlo, le dijeron:
«Todo el mundo te busca».
Él les responde:
«Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido».
Así recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios.
Textos para profundizar:
Catecismo de la Iglesia Católica:
206. Al revelar su nombre misterioso de YHWH, "Yo soy el que es" o "Yo soy el que soy" o también "Yo soy el que Yo soy", Dios dice quién es y con qué nombre se le debe llamar. Este Nombre Divino es misterioso como Dios es Misterio. Es a la vez un Nombre revelado y como el rechazo de un nombre propio, y por esto mismo expresa mejor a Dios como lo que Él es, infinitamente por encima de todo lo que podemos comprender o decir: es el "Dios escondido" (Is 45,15), su Nombre es inefable (cf. Jc 13,18), y es el Dios que se acerca a los hombres.
2560. “Si conocieras el don de Dios” (Jn 4, 10). La maravilla de la oración se revela precisamente allí, junto al pozo donde vamos a buscar nuestra agua: allí Cristo va al encuentro de todo ser humano, es el primero en buscarnos y el que nos pide de beber. Jesús tiene sed, su petición llega desde las profundidades de Dios que nos desea. La oración, sepámoslo o no, es el encuentro de la sed de Dios y de la sed del hombre. Dios tiene sed de que el hombre tenga sed de Él (cf. San Agustín, De diversis quaestionibus octoginta tribus 64, 4).
Como lo que relata San Marcos en el evangelio de hoy, esta también es una historia similar, la historia que vive un alma visitada por Jesús, toda ella queda prendada de su Amor y por el regreso de su Amado ora todos los días, pensando en ese gran día que Jesús vuelva y le cumpla la promesa de que jamás ya habrá separación entre ella y Él. Esta es la historia de un alma anhelante que le ofrece su morada a Jesús, aunque siente que esta morada no es suya, ya tiene un dueño y este dueño vendrá en cualquier momento, ella solo espera que regrese y se prepara para recibirlo. Graciás Padre David de Jesús porque sus enseñanzas, me…
Dulce Madre, Glorioso San José, preciso de su ayuda para acondicionar mi alma que quiere ser grata morada para Su Hijo.
Y así, con su ayuda, a través de la oración profunda, podré celebrar la fiesta del encuentro de dos sedientos ÉL de almas y yo de Su Amor.
Jesús ven que quiero saciar Tu sed, sacia Tú la mía...
Gracias Padre David, la reflexión de hoy y los textos para profundizar nos llevan a otro nivel y a encontrar en el Amor de Dios el sentido y la razón de toda existencia.
¡La Paz y el Amor del Señor!
Qué hermoso saber que Dios siempre está cerca de nosotros.