El Evangelio de hoy (Lc 10,38-42):
✠
EN aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.
Esta tenía una hermana llamada María, que, sentada junto a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
Marta, en cambio, andaba muy afanada con los muchos servicios; hasta que, acercándose, dijo:
«Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para servir? Dile que me eche una mano».
Respondiendo, le dijo el Señor:
«Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; solo una es necesaria. María, pues, ha escogido la parte mejor, y no le será quitada».
Jesús bendito y Santo qué bendición tan grande en este evangelio al mostrar qué te agrada Señor permitirme la gracia de ir creciendo en la contemplación y vencer las cosas qué me separan de ti amén.
Padre David gracias por ser ese impulso lleno de alegría en mí vida espiritual qué el Señor qué es bondad recompense todo su esfuerzo con nuestra familia de María con nosotros.🙏🙏💕💕🌟🌟
Amadísimo Jesús, pusiste en mi alma este deseo de sentarme a Tus pies para escucharte y contemplarte.
Te ratifico mi sí y sé que me fortaleces ante las tentaciones. Estoy dispuesta a dar la batalla que Tu ya ganaste y a custodiar este tesoro que me quieres regalar.
Hago mi ofrecimiento de vida y de obras en acción de gracias por todas las comunidades de vida contemplativa, en especial por el Padre David y el Padre Alfredo por defender, orientar y animar a nuestra familia de María con nosotros.
Gracias, siempre gracias. Unidos en oración y en el infinito Amor de Dios, con ayuda de la Virgen María, la primera alma contemplativa.