El Evangelio de hoy (Lc 6,12-19):
✠
EN aquellos días, Jesús salió al monte a orar y pasó la noche orando a Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles:
Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Simón, llamado el Zelote; Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Después de bajar con ellos, se paró en una llanura con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.
Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y toda la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.
Textos para profundizar:
Concilio Vaticano II. Gaudium et spes:
36c. Pero si con las palabras «autonomía de las realidades temporales» se entiende que las cosas creadas no dependen de Dios y que el hombre puede utilizarlas sin referirlas al Creador, todo el que conoce a Dios siente hasta qué punto son falsas las opiniones de este tipo. Pues sin el Creador la criatura se diluye. Por lo demás, todos los creyentes de cualquier religión escucharon siempre la voz y la manifestación de Dios en el lenguaje de las criaturas. Además, por el olvido de Dios la criatura misma queda oscurecida.
Desde mi pequeñez y mis limitaciones, ratifico mi sí y mi ofrecimiento de vida al Señor por la conversion y la salvación de las almas. Le pido a la Virgen que Ella me ponga las pilas y me las "recargue" cada vez que sea necesario, y me ayude a darlo todo, pues con dolor he visto cómo se oscurecen las personas cuando se alejan de Dios, se diluyen, pierden el sentido de la vida y protagonizan la guerra en lugar de buscar La Paz.
Jesús, me fío de Ti, me ofrezco a Ti, con la ayuda de María.