El Evangelio de hoy (Lc 11,27-28):
✠
EN aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la gente, una mujer de entre el gentío, levantando la voz, le dijo:
«Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron».
Pero él dijo:
«Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».
Gracias Padre David por mostrarse tan cercano y tan humano. Dios lo bendiga siempre.
Me ha quedado claro, evantar la voz para el bien, para denunciar el mal, para edificar, nunca para lastimar a nadie.