El Evangelio de hoy (Jn 14,1-6):
✠
EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino».
Tomás le dice:
«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?».
Jesús le responde:
«Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí.
Textos para profundizar:
Santa Teresa de Jesús. Libro de las moradas:
"...para comenzar con algún fundamento: que es considerar nuestra alma como un castillo todo de un diamante o muy claro cristal, adonde hay muchos aposentos, así como en el cielo hay muchas moradas. Que si bien lo consideramos, hermanas, no es otra cosa el alma del justo sino un paraíso adonde dice El tiene sus deleites. Pues ¿qué tal os parece que será el aposento adonde un Rey tan poderoso, tan sabio, tan limpio, tan lleno de todos los bienes se deleita? No hallo yo cosa con que comparar la gran hermosura de un alma y la gran capacidad..."
...Pues consideremos que este castillo tiene como he dicho muchas moradas, unas en lo alto, otras embajo, otras a los lados; y en el centro y mitad de todas éstas tiene la más principal, que es adonde pasan las cosas de mucho secreto entre Dios y el alma".
(Santa Teresa de Jesús. Libro de las moradas 1,1,1.3).
Señor gracias por tenerme esa morada eterna qué da la alegría eterna madre Santísima ayúdame con la fuerza de tu inmaculado corazón a tener preparada mí vida para el gran día amén.
Padre David un fuerte abrazo para usted y toda su comunidad bendecido día 🙏🙏💕.
Le ruego a la Virgen María, que así como Ella arreglaba y hermoseaba la humilde casita de Nazaret, venga y me ayude a preparar y a disponer mi castillo interior, para que cuando Dios se asome, encuentre en mi pequeña alma sus deleites y su descanso.
Me uno espiritualmente a la celebración de la Santa Misa, un saludo especial al Padre Alfredo de la Cruz y de María, a Usted y a su comunidad. Unidos en oración por las almas de todos los difuntos.
¡La Paz del Señor, la diligencia de María!