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Evangelio 5 diciembre 2023 (Lc 10,21-24) Padre David de Jesús. ¿Por qué necesitamos a Dios?

El Evangelio de hoy (Lc 10,21-24):

EN aquella hora Jesús se llenó de alegría en el Espíritu Santo y dijo:

«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.

Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».

Y, volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte:

«¡Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron».

Textos para profundizar:

Catecismo de la Iglesia Católica:

457. El Verbo se encarnó para salvarnos reconciliándonos con Dios: "Dios nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados" (1 Jn 4, 10). "El Padre envió a su Hijo para ser salvador del mundo" (1 Jn 4, 14). "Él se manifestó para quitar los pecados" (1 Jn 3, 5):

«Nuestra naturaleza enferma exigía ser sanada; desgarrada, ser restablecida; muerta, ser resucitada. Habíamos perdido la posesión del bien, era necesario que se nos devolviera. Encerrados en las tinieblas, hacía falta que nos llegara la luz; estando cautivos, esperábamos un salvador; prisioneros, un socorro; esclavos, un libertador. ¿No tenían importancia estos razonamientos? ¿No merecían conmover a Dios hasta el punto de hacerle bajar hasta nuestra naturaleza humana para visitarla, ya que la humanidad se encontraba en un estado tan miserable y tan desgraciado?» (San Gregorio de Nisa, Oratio catechetica, 15: PG 45, 48B).

 

Antífona de entrada Cf. Zac 14, 5. 7

Vendrá el Señor y con él todos sus santos; y aquel día habrá una luz espléndida.

 

Oración colecta

SEÑOR Dios,

acoge favorablemente nuestras súplicas

y ayúdanos con tu amor en nuestras tribulaciones,

para que, consolados por la presencia de tu Hijo que viene,

no caigamos en la antigua servidumbre del pecado.

Por nuestro Señor Jesucristo.

 

Oración después de la comunión

SACIADOS con el alimento espiritual

te pedimos, Señor,

que, por la participación en este sacramento,

nos enseñes a sopesar con sabiduría los bienes de la tierra

y amar intensamente los del cielo.

Por Jesucristo, nuestro Señor.



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