El Evangelio de hoy (Jn 10,11-18):
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EN aquel tiempo, dijo Jesús:
«Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo las roba y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas.
Yo soy el Buen Pastor, que conozco a las mÃas, y las mÃas me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas.
Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a esas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo Pastor.
Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre».
Textos para profundizar:
Segunda Lectura  1 Jn 3,1-2
QUERIDOS hermanos:
Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no lo conoció a él.
Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.
AntÃfona de entrada  Cf. Sal 32, 5-6
La misericordia del Señor llena la tierra, la palabra del Señor hizo el cielo. Aleluya.
Oración colecta
DIOS todopoderoso y eterno,
condúcenos a la asamblea gozosa del cielo,
para que la debilidad del rebaño
llegue hasta donde le ha precedido la fortaleza del Pastor.
Él, que vive y reina contigo.
AntÃfona de comunión      Â
Ha resucitado el Buen Pastor, que dio la vida por sus ovejas y se dignó morir por su rebaño. Aleluya.
Oración después de la comunión
PASTOR bueno,
vela compasivo sobre tu rebaño
y conduce a los pastos eternos
a las ovejas que has redimido
con la sangre preciosa de tu Hijo.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.