El Evangelio de hoy (Mt 8,1-4):
✠
AL bajar Jesús del monte, lo siguió mucha gente.
En esto, se le acercó un leproso, se arrodilló y le dijo:
«Señor, si quieres, puedes limpiarme».
Extendió la mano y lo tocó, diciendo:
«Quiero, queda limpio».
Y en seguida quedó limpio de la lepra.
Jesús le dijo:
«No se lo digas a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega la ofrenda que mandó Moisés, para que les sirva de testimonio».
Te ruego Señor por los confesores, para que sean Santos.
Te ruego por los penitentes, danos conciencia y dolor de nuestros pecados para que podamos recibir Tu perdón y la gracia de la santidad.
María, Madre Inmaculada, ruega por todos..
Mt 8:1-4. "Si vis". "Si quieres".
Si quieres puedes limpiarme,
si quieres puedes sanarme,
si quieres puedes salvarme,
voy ante Ti a arrodillarme.
Quiero que quieras, Señor,
que me des la salvación,
soy un pobre pecador
que busca una solución.
Lo dejo todo en tus manos,
yo sólo puedo pedirte
que realices lo imposible,
que sanes al género humano.
Si quieres puedes hacerlo
porque sólo Tú eres Dios,
que todos pidan perdón,
escucha de mí este ruego.
Que se abran sus corazones
que la soberbia termine,
que tu luz les ilumine,
que pidan que les perdones.
Concédenos esta gracia,
que se haga tu volundad,
porque sin Ti no soy nada,
si quieres danos tu Paz.
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