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Evangelio de hoy 9 septiembre 2024. Padre David de Jesús. La ceguera del espíritu (Lc 6,6-11)

El Evangelio de hoy (Lc 6,6-11):

     UN sábado, entró Jesús en la sinagoga y se puso a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada.

     Los escribas y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo.

     Pero él conocía sus pensamientos y dijo al hombre de la mano atrofiada:

«Levántate y ponte en medio».

     Y, levantándose, se quedó en pie.

     Jesús les dijo:

«Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer el bien o el mal, salvar una vida o destruirla?».

     Y, echando en tomo una mirada a todos, le dijo:

«Extiende tu mano».

     Él lo hizo y su mano quedó restablecida.

     Pero ellos, ciegos por la cólera, discutían qué había que hacer con Jesús.

Textos para profundizar:

Nuevo Testamento. Padre Manuel Iglesias:

Lc 6,11: Pero ellos se pusieron frenéticos y comentaban entre ellos qué podrían hacer contra Jesús.

Nota a Lc 6,11Se pusieron frenéticos: lit. se llenaron de locura.

San Juan de la Cruz. Subida del Monte Carmelo:

6. ¡Oh si supiesen los hombres de cuánto bien de luz divina los priva esta ceguera que les causan sus aficiones y apetitos, y en cuántos males y daños les hacen ir cayendo cada día en tanto que no los mortifican! Porque no hay fiarse de buen entendimiento, ni dones que tengan recibidos de Dios, para pensar que, si hay afición o apetito, dejará de cegar y oscurecer y hacer caer poco a poco en peor. Porque ¿quién dijera que un varón tan acabado en sabiduría y dones de Dios como era Salomón, había de venir a tanta ceguera y torpeza de voluntad, que hiciese altares a tantos ídolos y los adorase él mismo, siendo ya viejo? (3 Re. 11, 4). Y sólo para esto bastó la afición que tenía a las mujeres y no tener el cuidado de negar los apetitos y deleites de su corazón. Porque él mismo dice de sí en el Eclesiastés (2, 10) que no negó a su corazón lo que le pidió. Y pudo tanto este arrojarse a sus apetitos, que, aunque es verdad que al principio tenía recato, pero, porque no los negó, poco a poco le fueron cegando y oscureciendo el entendimiento, de manera que le vinieron a acabar de apagar aquella gran luz de sabiduría que Dios le había dado, de manera que a la vejez dejó a Dios. (San Juan de la Cruz. Subida del Monte Carmelo 1,8,6).




2 comentarios


justinianas.org
09 sept 2024

Lc 6:6-11. "Repleti sunt insipientia". "Se llenaron de locura".


Se llenaron de locura

porque estaban apegados,

a sus leyes, a su historia

y a vivir en el pecado.


Aunque les hagas un bien,

aunque a uno sanes la mano,

su cara van a volver

y no verán los milagros.


A Cristo no quieren ver

porque están muy apegados,

a sus vicios, sus costumbres,

a sus cosas, al trabajo.


Y se van a revolver

y te pueden hacer daño,

y algún plan pueden hacer

para dejarte de lado.


Si las cosas les van bien

quizás no lo digan claro,

en cuanto las tornas cambien

les vas a estar estorbando.


Satanás los va a envolver

y ya todo está fallando,

se llenarán…


Editado
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Romea Serani
Romea Serani
09 sept 2024

Gracias Padre David por seguir desenmascarando al enemigo con la Palabra del Señor y los escritos de San Juan de la Cruz.


Que la Virgen María nos ayude a cambiar la ecuación, a dejar poco a poco los apegos y a llenar esos espacios vacíos con la amorosa presencia de la Santísima Trinidad en nuestras almas.


Pido esta gracia para mí y para todos, en especial para quienes más la necesitan en este momento y poco se acercan a Dios y a personas de oración que les puedan guiar y ayudar. Jesús les conoce, sabe de su ceguera y les ama profundamente.


Así que se los confío plenamente a Dios, por intercesión de la dulce Virgen María, refugio de pecadores.


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