Evangelio de hoy jueves 17 julio 2025. Orar es descansar en Dios (Mt 11,28-30)
- María con nosotros
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El Evangelio de hoy (Mt 11,28-30):
✠
EN aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo:
«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».
Textos para profundizar:
Santa Teresa de Jesús. Libro de la vida:
1. Pues ya queda dicho con el trabajo que se riega este vergel y cuán a fuerza de brazos sacando el agua del pozo, digamos ahora el segundo modo de sacar el agua que el Señor del huerto ordenó para que con artificio de con un torno y arcaduces sacase el hortelano más agua y a menos trabajo, y pudiese descansar sin estar continuo trabajando. Pues este modo, aplicado a la oración que llaman de quietud, es lo que yo ahora quiero tratar.
2. Aquí se comienza a recoger el alma, toca ya aquí cosa sobrenatural, porque en ninguna manera ella puede ganar aquello por diligencias que haga. Verdad es que parece que algún tiempo se ha cansado en andar el torno y trabajar con el entendimiento y henchídose los arcaduces; mas aquí está el agua más alto y así se trabaja muy menos que en sacarlo del pozo. Digo que está más cerca el agua, porque la gracia dase más claramente a conocer al alma.
Esto es un recogerse las potencias dentro de sí para gozar de aquel contento con más gusto; mas no se pierden ni se duermen; sola la voluntad se ocupa de manera que, sin saber cómo, se cautiva; sólo da consentimiento para que la encarcele Dios, como quien bien sabe ser cautivo de quien ama. ¡Oh Jesús y Señor mío! ¡qué nos vale aquí vuestro amor!, porque éste tiene al nuestro tan atado que no deja libertad para amar en aquel punto a otra cosa sino a Vos.
4. Pues todo esto que pasa aquí es con grandísimo consuelo y con tan poco trabajo, que no cansa la oración, aunque dure mucho rato; porque el entendimiento obra aquí muy paso a paso y saca muy mucha más agua que no sacaba del pozo. Las lágrimas que Dios aquí da, ya van con gozo; aunque se sienten, no se procuran. 5. Este agua de grandes bienes y mercedes que el Señor da aquí, hacen crecer las virtudes muy más sin comparación que en la oración pasada, porque se va ya esta alma subiendo de su miseria y dásele ya un poco de noticia de los gustos de la gloria. Esto creo las hace más crecer y también llegar más cerca de la verdadera virtud, de donde todas las virtudes vienen, que es Dios; porque comienza Su Majestad a comunicarse a esta alma y quiere que sienta ella cómo se le comunica.
Comiénzase luego, en llegando aquí, a perder la codicia de lo de acá, ¡y pocas gracias! Porque ve claro que un momento de aquel gusto no se puede haber acá, ni hay riquezas ni señoríos ni honras ni deleites que basten a dar un cierra ojo y abre de este contentamiento, porque es verdadero y contento que se ve que nos contenta. Porque los de acá, por maravilla me parece entendemos adónde está este contento, porque nunca falta un «sí-no». Aquí todo es «sí» en aquel tiempo; el «no» viene después, por ver que se acabó y que no lo puede tornar a cobrar ni sabe cómo; porque si se hace pedazos a penitencias y oración y todas las demás cosas, si el Señor no le quiere dar, aprovecha poco. Quiere Dios por su grandeza que entienda esta alma que está Su Majestad tan cerca de ella que ya no ha menester enviarle mensajeros, sino hablar ella misma con El, y no a voces, porque está ya tan cerca que en meneando los labios la entiende. (Santa Teresa de Jesús. Libro de la vida 14,1-2.4-5).
Buenos dias, que belleza de explicación .Santa Teresa de Jesús, intercede por todos nosotros para que Jesús nos regale está quietud y nos robe el corazón.Gracias infinitas querido Padre David.Unidos en oración
Señor mío, Tú eres mi descanso.
Ven pronto a regar con Tu suave llovizna el huerto de mi alma, que yo, sin esfuerzo y mucho gusto, quiero gozarme en Tu Amor, dejándome cautivar toda por Ti.
Gracias Padre David por todas sus ayudas que me animan a dejarme rehacer por el Amado.
La Paz del Señor.