Evangelio de hoy martes 22 julio 2025. La divina unión de amor (Jn 20,1-2.11-18)
- María con nosotros
- 21 jul
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Actualizado: 22 jul
El Evangelio de hoy (Jn 20,1-2.11-18):
✠
EL primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:
«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».
Estaba María fuera, junto al sepulcro, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús.
Ellos le preguntan:
«Mujer, ¿por qué lloras?».
Ella les contesta:
«Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto».
Dicho esto, se vuelve y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.
Jesús le dice:
«Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?».
Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta:
«Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré».
Jesús le dice:
«¡María!».
Ella se vuelve y le dice:
«¡Rabbuní! », que significa: «¡Maestro! ».
Jesús le dice:
«No me retengas, que todavía no he subido al Padre. Pero, anda, ve a mis hermanos y diles: “Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro”».
María la Magdalena fue y anunció a los discípulos:
«He visto al Señor y ha dicho esto».
Textos para profundizar:
Primera Lectura (opción 1) Cant 3,1-4a
ESTO dice la esposa:
«En mi lecho, por la noche,
buscaba al amor de mi alma;
lo buscaba, y no lo encontraba.
“Me levantaré y rondaré por la ciudad,
por las calles y las plazas,
buscaré al amor de mi alma”.
Lo busqué y no lo encontré.
Me encontraron los centinelas
que hacen la ronda por la ciudad.
“Habéis visto al amor de mi alma?”.
En cuanto los hube pasado,
encontré al amor de mi alma».
San Juan de la Cruz. Cántico espiritual B:
1. Mas, después de esta sabrosa entrega de la Esposa y el Amado, lo que luego inmediatamente se sigue es el lecho de entrambos en el cual muy más de asiento gusta ella los dichos deleites del Esposo. Y así, en la siguiente canción trata del lecho de él y de ella, el cual es divino, puro y casto, en que el alma está divina, pura y casta. Porque el lecho no es otra cosa que su mismo Esposo el Verbo, Hijo de Dios, como luego se dirá, en el cual ella, por medio de la dicha unión de amor, se recuesta. Al cual lecho ella llama florido, porque su Esposo no sólo es florido, sino, como él mismo dice de sí en los Cantares (2, 1), es la misma flor del campo y el lirio de los valles. Y así, el alma no sólo se acuesta en el lecho florido, sino en la misma flor, que es el Hijo de Dios, la cual en sí tiene divino olor y fragancia y gracia y hermosura, como también él lo dice por David (Sal. 49, 11) diciendo: La hermosura del campo está conmigo. Por lo cual canta el alma las propiedades y gracias de su lecho y dice:
Canción 24
Esposa
Nuestro lecho florido,
de cuevas de leones enlazado,
en púrpura tendido,
de paz edificado,
de mil escudos de oro coronado.
Declaración
2. En las dos canciones pasadas ha cantado el alma Esposa las gracias y grandezas de su Amado el Hijo de Dios; y en ésta no sólo las va prosiguiendo, mas también canta el feliz y alto estado en que se ve puesta y la seguridad de él. Y lo tercero, las riquezas de dones y virtudes con que se ve dotada y arreada en el tálamo de su Esposo; porque dice estar ya ella en unión con Dios, teniendo ya las virtudes en fortaleza. Lo cuarto, que tiene ya perfección de amor. Lo quinto, que tiene paz espiritual cumplida y que toda ella está enriquecida y hermoseada con dones y virtudes, como se puede en esta vida poseer y gozar, según se irá diciendo en los versos. (San Juan de la Cruz. Cántico espiritual B 24,1-2).




Gracias por tus textos de apoyo. Siempre me ha llamado mucho la atención de María Magdalena. Porque siempre aparece el Amor .
Y quiero vivir esa experiencia como Ella lo vivió cuando fue al sepulcro y se queda y lo ve y habla con él y lo escucha y va y hace lo que él le pide. Amo su comprensión y todo lo que me transmite . Gracias Padre David.
Con razón Santa Teresa de Ávila era tan devota de Santa María Magdalena.
También yo me acojo a su intercesión para que le pida a Dios me conceda la gracia de amarlo, contemplarlo, anunciarlo como ella lo hizo, con un corazón doblegado y agradecido.
Gracias Padre David por esta hermosa selección de escritos para profundizar que nos ha compartido hoy junto con su explicación del Evangelio.
La Paz del Señor