Evangelio de hoy Sábado 12 julio 2025. Los tesoros de la Biblia (Mt 10,24-33)
- María con nosotros
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El Evangelio de hoy (Mt 10,24-33):
✠
EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
«Un discípulo no es más que su maestro, ni un esclavo más que su amo; ya le basta al discípulo con ser como su maestro y al esclavo como su amo. Si al dueño de la casa lo han llamado Belzebú, ¡cuánto más a los criados!
No les tengáis miedo, porque nada hay encubierto que no llegue a descubrirse; ni nada hay escondido que no llegue a saberse.
Lo que os digo en la oscuridad decidlo a la luz, y lo que os digo al oído, pregonadlo desde la azotea.
No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No; temed al que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la “gehenna”.
¿No se venden un par de gorriones por unos céntimos? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo; valéis más vosotros que muchos gorriones.
A quien se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre que está en los cielos».
Textos para profundizar:
Primera Lectura Gén 49,29-32;50,15-26a
EN aquellos días, Jacob dio las siguientes instrucciones a sus hijos:
«Cuando me reúna con los míos, enterradme con mis padres en la cueva del campo de Efrón, el hitita, la cueva del campo de Macpela frente a Mambré, en la tierra de Canaán, la que compró Abrahán a Efrón, el hitita, como sepulcro en propiedad. Allí enterraron a Abrahán y Sara, su mujer; allí enterraron a Isaac y a Rebeca, su mujer; allí enterré yo a Lía. El campo y la cueva fueron comprados a los hititas».
Cuando los hermanos de José vieron que había muerto su padre, se dijeron:
«A ver si José nos guarda rencor y quiere pagarnos todo el mal que le hicimos».
Y mandaron decir a José:
«Antes de morir tu padre nos encargó: “Esto diréis a José: Perdona a tus hermanos su crimen y su pecado y el mal que te hicieron”. Por tanto, perdona el crimen de los siervos del Dios de tu padre”».
José, al oírlo, se echó a llorar. Entonces vinieron los hermanos, se postraron ante él, y le dijeron:
«Aquí nos tienes, somos tus siervos».
Pero José les respondió:
«No temáis, ¿soy yo acaso Dios? Vosotros intentasteis hacerme mal, pero Dios intentaba hacer bien, para dar vida a un pueblo numeroso, como hoy somos. Por tanto, no temáis; yo os mantendré a vosotros y a vuestros hijos».
Y los consoló, hablándoles al corazón.
José habitó en Egipto con la familia de su padre y vivió ciento diez años. José llegó a conocer a los descendientes de Efraín, hasta la tercera generación, y también a los hijos de Maquir, hijo de Manasés, que nacieron sobre sus rodillas.
Más adelante, José dijo a sus hermanos:
«Yo voy a morir, pero Dios cuidará de vosotros y os llevará de esta tierra a la tierra que juró dar a Abrahán, Isaac y Jacob».
Luego José hizo jurar a los hijos de Israel:
«Cuando Dios os visite, os llevaréis mis huesos de aquí».
José murió a los ciento diez años.
Dios mio quiero darte gracias por el Padre David,hoy al escucharlo mi mente recibe como una luz.Te ruego Dios mio... quiero dejar todo y todos mis seres queridos en tus manos; para que sanes nuestras heridas y convertirnos cuando tu toques nuestras vidas.Solo tú Dios mio.Maria Santísima contigo de tu mano muestranos el camino.Gracias por todo nuestro grupo de mariaconnosotros.Unidos en oración⛪
Cuánta riqueza alberga nuestra Iglesia, tanto por aprender....y todo nos habla del Amor de Dios y nos sensibiliza para que cada vez nos acerquemos más a Su Palabra.
Señor, te abro mi corazón de par en par para que entres y sanes mi historia y para que llenes mis vacíos de amor. Con heridas y sin ellas yo recibo Tu Amor para con él amarte y amar a mis hermanos.
Cada sábado celebro con gozo la renovación de mi consagración a María, mi Madre y Maestra.
De nuevo gracias Padre David. La Paz del Señor