Textos para profundizar
Prólogo del Catecismo de la Iglesia Católica
“Padre […], ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a tu enviado Jesucristo” (Jn 17,3). Dios, nuestro Salvador, “quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad” (1Tm 2,3-4). “No hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos” (Hch 4,12), sino el nombre de Jesús.
Citas sobre la Vida Eterna del Evangelio de San Juan
Jn 6, 67-68: «Entonces Jesús les dijo a los Doce: “¿También vosotros queréis marcharos?”. Simón Pedro le contestó: “Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna”».
Jn 3, 13-16: «Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna».
Benedicto XVI: Jesús de Nazaret (Tomo II, Vida Pública)
«La expresión “vida eterna” no significa la vida que viene después de la muerte –como tal vez piensa de inmediato el lector moderno–, en contraposición a la vida actual, que es ciertamente pasajera y no una vida eterna. “Vida eterna” significa la vida misma, la vida verdadera, que puede ser vivida también en este tiempo y que después ya no puede ser rebatida por la muerte física. Esto es lo que realmente interesa: abrazar ya desde ahora “la vida”, la vida verdadera, que ya nada ni nadie puede destruir (…) Lo característico del discípulo de Jesús es que “vive”; que él, mucho más allá del simple existir, ha encontrado y abrazado la verdadera vida que todos andan buscando. Basándose en estos textos, los primeros cristianos se han denominado sencillamente como “los vivientes” (hoi zontes). Ellos habían encontrado lo que todos buscan: la vida misma, la vida plena y, por tanto, indestructible. Mas, ¿cómo se puede llegar a eso? La oración sacerdotal da una respuesta quizás sorprendente, pero que ya estaba preparada en el contexto del pensamiento bíblico: el hombre encuentra la “vida eterna” a través del “conocimiento”. No obstante, ha de tenerse en cuenta que el concepto veterotestamentario de “conocer” presupone un conocimiento que crea comunión, es hacerse una sola cosa con lo conocido. Por eso, la clave de la vida no es un conocimiento cualquiera, sino el hecho de “que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado Jesucristo” (17,3)».
Padre Alfredo, muchísimas gracias por sus enseñanzas, cuánto aprendemos! Padre Alfredo, me podría decir que Biblia electrónica considera usted la mejor para este curso? por favor.
De nuevo muchas gracias.
Dios los bendiga a usted, al padre David, a la Comunidad y a todos los seguidores.
Sonia de Jesús
Gracias padre celestial por permitirme escuchar estás enseñanzas atrás del Padre Alfredo qué me motiva para seguir estudiando el catecismo amén amén ❣️ 🙏🏼
Querido Padre, estas enseñanzas son alimento delicioso para mi alma y néctar para mi corazón. mi hambre y mi sed están saciadas.
Escuchaba a tantos pastores protestantes que me he vuelto "pasteurizada"; había perdido la esencia de nuestra fe; incluso me avergonzaba de seguir siendo fiel a la fe católica.
Redescubrí la frescura y la confianza, la de la niña pequeña que estaba, llena de dulzura y confianza, entregada a la Verdad.
Siempre he amado al Papa Benedicto XVI y me ha alegrado escucharle y leerle, y lo encuentro en sus lecciones. Muchas gracias. Elisabeth
Padre Alfredo
Muchisimas gracias, verdaderamente usted nos anima a leer el catecismo y meditarlo, veo y escucho con que gusto nos habla de su experiencia con el catecismo y tanto que nos contagia este gran deseo de leerlo y meditarlo, muchas gracias, Dios lo bendiga a usted y al padre David, son un ejemploD
e santidad que debemos seguir
Gracia padre Alfredo Dios te bendiga por tanto amor que trámite la palabra de nuestro creador.