Evangelio de hoy jueves 11 diciembre 2025. Yo quería ser una estrella del fútbol (Mt 11,11-15)
- María con nosotros
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El Evangelio de hoy (Mt 11,11-15):
✠
EN aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.
Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan. Los Profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; él es Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis admitirlo.
El que tenga oídos, que oiga».
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Textos para profundizar:
Oración colecta
SEÑOR, aviva nuestros corazones
para que preparemos los caminos a tu Unigénito,
y, por su venida,
merezcamos servirte con un corazón puro.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera Lectura Is 41,13-20
YO, el Señor, tu Dios,
te tomo por la diestra y te digo:
«No temas, yo mismo te auxilio».
No temas, gusanillo de Jacob,
oruga de Israel,
yo mismo te auxilio
–oráculo del Señor–,
tu libertador es el Santo de Israel.
Mira, te convierto en trillo nuevo,
aguzado, de doble filo:
trillarás los montes hasta molerlos;
reducirás a paja las colinas;
los aventarás y el viento se los llevará,
el vendaval los dispersará.
Pero tú te alegrarás en el Señor,
te gloriarás en el Santo de Israel.
Los pobres y los indigentes
buscan agua, y no la encuentran;
su lengua está reseca por la sed.
Yo, el Señor, les responderé;
yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.
Haré brotar ríos en cumbres desoladas,
en medio de los valles, manantiales;
transformaré el desierto en marisma
y el yermo en fuentes de agua.
Pondré en el desierto cedros,
acacias, mirtos, y olivares;
plantaré en la estepa cipreses,
junto con olmos y alerces,
para que vean y sepan,
reflexionen y aprendan de una vez,
que la mano del Señor lo ha hecho,
que el Santo de Israel lo ha creado.
P. David, cuando contó su historia y la de su hermano, me recordó a Iñigo de Loyola que quería ser gran caballero de esos tiempos y al romperse la pierna, su destino cambio y llegó a ser San Ignacio de Loyola, por gracia de Dios. Pido al Señor por ustedes y que con Su Gracia todo lo que hagamos sea buscar siempre la mayor gloria de Dios. Paz y bien
El momento de la transfiguración en el monte Tabor debió ser para los que allí estaban, un anticipo del cielo. Por eso nuestra intención será pura cuando en lo que hagamos busquemos la gloria de Dios. A veces, se olvida. Gracias P. David por recordárnoslo, con vuestra palabra y vida.
Gloria a Dios en el cielo y Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad.
Señor, te doy mi sí y te pido la gracia de que me ayudes a alcanzar la santidad que soñaste para mí cuando me diste la vida. Que todo sea para gloria tuya.
Gracias Padre David por contarnos esta historia de sus vidas y la maravillosa elección que hicieron al aceptar el llamado del Señor que los ama tanto.
Que Dios nos permita seguir recorriendo juntos el camino que conduce al cielo. La Paz del Señor.